viernes, 2 de octubre de 2009

Pudieron ser disco de la semana...The Duke & The King

The Duke & The King. Nothing Gold Can Stay

No contento con enlazar discazo tras discazo con su banda, the Felice Brothers, su líder, Simone Felice se une a Robert “Chicken” Burke, antiguo músico de George Clinton, y se saca de la manga una obra de arte. De nuevo. Porque parece que Felice es incapaz de hacer un disco malo. Y es que este disco no es más bueno porque es casi imposible. Grandes canciones, guiños más o menos claros a la música soul y artesanía de raíces. Buena receta ¿no? Vamos, lo que Simone borda como pocos. Porque este tío es un maestro en su terreno. Él lo sabe y lo explota con acierto. Así, temas intimistas se combinan con otros con vocación de himno. Y ya se que eso es lo mismo que digo cuando hablo de los discos de los Felice Brothers. Pero es que este trabajo podría ser perfectamente un álbum de su banda materna. Sin problemas. Sin desentonar en una excelente discografía. Lástima que nos empeñemos en gastar nuestro tiempo con músicos que se las dan de genios para dejar pasar, en muchas ocasiones, a los que verdaderamente lo son. Y el tiempo no es algo que sobre hermano. Por eso Felice y Burke grabaron este disco con celeridad. Prácticamente en directo. En un improvisado estudio en Bearsville, estado de Nueva York. Semi perdido en la nada. Para construir un grupo de diez canciones casi irreales pero tremendamente cercanas. Folk en su concepción. Soul en el sentimiento. Country en su sensibilidad. Blues en su cercanía. Inspirado en lo que se consigue ver sin mirar. En los recovecos del alma. Por eso me da igual si lo suyo es un ducado o reino. Porque el menda se confiesa fiel servidor de este disco. Desde ahora mismo.


Publicado en Ruta 66 nº263 (Septiembre)

1 comentario:

  1. precioso disco...al loro con Jeb Loy Nichols y su nuevo trabajo...te remito a mi blog en 5 minutos...un abrazo...me encantan vuestros programas y selecciones y vuestra alegría en transmitir...keep on keeping on

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